Deporte de élite y fracaso escolar

En la entrada anterior plantee el tema que iba a tratar en algunos de mis próximos posts, dando mi opinión y lanzando algunas preguntas para reflexionar sobre éste: El deporte de élite y fracaso escolar.

A continuación voy a llevar a cabo el tema poniendo distintos ejemplos, y experiencias personales para que entendáis mejor algunas cosas. Pues bien, empecemos.

A lo largo de los últimos años y actualmente, la mayoría de los niños empiezan bien pronto a practicar deporte, ya que como todos nosotros sabemos es bueno para la salud y demás. Por tanto algunos continúan en aquel deporte que más les ha llamado la atención, y en el cual disfrutan practicándolo. Cuando ya llevan unos años, los que van a seguir por el camino de la competición van subiendo de categoría y de nivel, y el entrenamiento cada vez es más duro. Por lo tanto, los que se quieren dedicar a ello pasan a escuelas y a formar parte de un equipo. (Para no generalizar cada vez que ejemplifique o explique, voy a hablar de la natación, ya que es el deporte que he hecho desde niña, y del que tengo más información para abordar el tema).                                                                                                                                                                         

En la Escuela de Natación entrenas con un equipo, y con deportistas de competición, por lo que se requiere mayor dedicación y, adelantándome un poco a lo que voy a comentar posterior mente, cada vez es más difícil compaginar deporte-estudios.

Ahora bien, centrándome ya en el deporte de élite, la cuestión es que, aquellos deportistas (nadadores) que destacan, es decir, que ganan competiciones, Campeonatos Autonómicos, que consiguen mínimas para ir a Campeonatos de España y a concentraciones, son vistos y llamados por seleccionadores que quieren exprimir esas aptitudes que tienen al máximo, y entrenarlos para hacer de ellos grandes nadadores. Por tanto, éstos se van a Centros de Alto Rendimiento a entrenar y a estudiar internos. Como dato, y ya se sabe, esto ya ocurre con 12-13 años. Ahora os planteo, ¿a favor o en contra de estos centros para niños de estas edades?

Yo nunca he estado en uno de ellos, 

pero he tenido algunos ex compañeros que sí, y de maravillosos estudiantes que eran pasaron a repetir curso y académicamente estancarse. Está claro que un nadador que quiera progresar para ir a campeonatos y quedar entre los mejores tiene que entrenar el doble o el triple que los demás, dedicarle más horas. ¿Pero de ahí a dedicarle tantas y dejar los estudios de lado? ¿Y los niños y niñas de 13-14 años que deben tener esa base de conocimientos? Porque no pueden sacar tiempo para todo. Estoy criticando que haya centros en los que se permita que niños dediquen tantísimas horas al entrenamiento y ninguna al estudio, pero con esto no quiero decir que pase en todos los centros, porque sí es verdad que en algunos de ellos exigen ir bien en los estudios para poder seguir en él.

En esta parte quiero aportar la “anécdota” que contó Antonio Fraile en la charla cuando salió este tema, y es que, no había ningún deportista con menos de 6-7 asignaturas suspendidas. ¿Hay derecho a eso en la educación básica? Yo creo que no.

Ahora, por aportar un poco de mi experiencia, mi etapa de nadadora en la categoría infantil fue la más dura, ya que estaba en pleno desarrollo y por suerte, en cuanto a entrenamiento, competición y resultados me iba bastante bien. Los entrenes eran durísimos, y más largos que años atrás. Sin embargo, tuve la suerte de que mi entrenador era consciente que también estaba la escuela, y que aunque no fuera aún el bachiller no podía dejarlo de lado. Me pidió que le escribiera mi horario de clase, porque había días que tenía que doblar sesión y él hacía todo lo posible para adaptar estas sesiones para que no perdiese horas académicas. Pero años más tarde, llegaban esos dos cursos duros donde te jugabas la nota: bachiller, y cada vez era más difícil compaginar ambas cosas. Por mucho que me apasionaba nadar, sabía a lo que tenía que dar más prioridad.

Siguiendo por tanto en la natación, ya que es en lo que me puedo explicar y mover, he conocido nadadores muy buenos, campeones de España, pero que no llegaron ni a bachiller o se dejaron el instituto ya en la ESO. No estudiaban, sólo nadaban. Y esto no sólo ocurre en nadadores, sino en todos aquellos deportistas de alto rendimiento que dejan los estudios en un segundo plano, o que ni siquiera se planteen seguir con ello. ¿Qué pasaría cuando les fuera mal en la natación? Porque debo decir y todo el mundo lo sabe, a no ser que seas el número 1, que lo ganes todo y que llegues a Mundiales y Olimpiadas, de la natación no se vive.

¿Se puede permitir esto? Yo tengo claro que si algún día soy madre, no dejaré que a mis hijos les pase, por muy buenos que sean en el deporte que hagan.  Disfrutaran de ello porque a mí me encanta el deporte, y sobretodo nadar, pero para tener un futuro necesitas unos estudios, y no única y exclusivamente dedicar todo tu tiempo al deporte.